Las Bondades De Dios
Dios es bueno; “Él hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:45)
El amor de Dios es universal,
abarca a todas las personas. Sin embargo, no todas las personas sienten el
amor o, han experimentado la bondad de Dios. Pareciera que Dios hace diferencia
entre cada uno de nosotros, pero, él, no la hace. La razón se encuentra dentro
de las mismas personas.
La bondad es una cualidad de ser bueno, y bueno es una característica de hacer el bien.
En latín, “Bondad” es lo mismo que ser bueno, se caracteriza como una cualidad (lo que distingue a una persona).
Ser
bondadoso es: ayudar a otros, compartir con otros, amar a otros, perdonar
a otros, ponerse en los zapatos de otros, sentir el dolor de otros, como lo
hizo Jesús.
Jesús
fue, sin lugar a duda, la muestra de bondad más grande en la historia.
Ser
bueno significa; evitar daños y males a los que amamos, Eclesiales 7: 20. Ciertamente no hay
hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.
El Rey David decía: Hubiera yo desmayado, si
no creyese que veré la bondad de Jehová.
La bondad implica tener: misericordia, amor y
verdad.
El asunto es que la bondad forma parte de los
Dones Espirituales Gálatas 5: 22,
1. Amor;
2. Gozo;
3. Paz;
4. Paciencia;
5. Benignidad;
6. Bondad;
7. Fe;
8. Mansedumbre;
9. Templanza.
La “bondad”
es una cualidad que nosotros como creyentes tenemos que vestirnos, día a día. La
“bondad” se obtiene a través de los Dones Espirituales, pero esto
se va desarrollando a medida que vayamos creciendo en los caminos del Señor.
Ningún hombre tiene “bondad” por su propio
mérito.
Más
bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así
como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. Efesios 4:32
La “bondad”
es, un atributo que le pertenece a Dios, y lo sigue demostrando con el trascurso
del tiempo, lo tuvo con muchos siervos del antiguo pacto.
Ejemplos
de bondad de Dios:
Abraham
e Isaac.
Aconteció
que, al pasar el tiempo, Jehová le pide a Abraham, que le entregue a su único
hijo Isaac. Esto, lo hace con el propósito
de probar la obediencia de Abraham.
Leer, (Génesis 22:1-2)
Vean
ustedes esto, Abraham no quería entregar a su único hijo que Dios le había dado
por promesa ya viejo, (100 años). Y Dios, para probarlo le pide que lo sacrifique
y subió al monte como Dios se lo pidió y lo amarró para poderlo sacrificar, y
antes que Abraham bajara su mano para ensartar el cuchillo en el cuerpo de Isaac,
Dios lo detuvo, y el acto mas maravilloso de Dios es que, mostro su bondad a
tiempo, e incluso en el momento perfecto para este siervo.
Es que
la “bondad” debemos demostrarlo siempre con aquellos que la necesitan sin
importar si la merecen o no.
¿Que
tenía Abraham dentro de su corazón para pensar que Dios iba hacer tal vil cosa?
¿Había creído Abraham que Dios iba a tener bondad en el último instante?
Es que la gente siempre esta esperando que tengamos un acto de “bondad”. En sus momentos más difíciles, es cuando más tenemos que demostrarlo.
Abrahán después de ese acto de “bondad” no siguió siendo el mismo…
Las
personas cuando reciben un acto de “bondad” de nosotros, nunca siguen siendo los
mismo.
Esto
se debe porque:
La
bondad dobla a las personas, las quebranta, las hace cambiar de opinión.
El rey David mostró su “bondad” con mefiboset
El rey no estaba obligado a mostrar “bondad” y todos conocemos que Mefiboset estaba lisiado de ambos pies; pero también él era nieto de Saúl, quien consideró a David como su enemigo y procuró quitarle la vida. Mefiboset sabía que no merecía la más mínima demostración de bondad de parte del rey David, es por eso que él se llamó a sí mismo como «un perro muerto».
Dios muestra Su bondad para con nosotros no debido a que nosotros la merecemos, sino a pesar de que él no nos necesita, a pesar de nuestra incapacidad a pesar de nuestra enemistad a pesar de que no la merecemos, él siempre la muestra para con nosotros.
Otro acto
de bondad que quedó marcado para toda una historia, fue la que tuvo Jesús con Pedro…
Me
gusta esta parte porque me doy cuenta que Jesús ya sabía quién era Simón (Pedro).
Andrés, que era hermano de Simón, conoce a Jesús primero y este no es egoísta,
corre desesperadamente a buscar a su hermano para presentarlo a Jesús.
¿Estaba
Simón pescando? Quizás… porque era su oficio, o tal vez estaba guardando las
redes con las que había pescado, pero, alguna de las dos cosas estaba haciendo.
Andrés
llega al lugar desesperado informando a su hermano que habían encontrado al Mesías,
este abandona todo inmediatamente y corre tan rápido como puede para comprobar
con sus propios ojos.
Simón dejó
lo que estaba haciendo para poder ir a conocer a tal anhelado Maestro.
Y pasa
algo extraordinario y es que la primera impresión de Jesús no fue de reproche
porque Jesús ya conocía quién era Simón, Jesús ya sabía cuánto daño este le iba
a causar y cuantas veces lo iba a traicionar.
Pero
Jesús lo primero que ve en él no es su pasado sino su futuro y Jesús lo miró
con ojos de Amor y Misericordia, y eso fue lo que le gusto a Simón, quizás
porque todos conocían la vida de Simón y sabían mucho acerca de su carácter y más
de alguno de sus amigos más íntimos tuvieron que haberle dicho a cada momento
que hiciera un cambio en su vida. Y en ese momento en donde se cruza la mirada
de bondad de Jesús hacia Simón y en ese instante le cambia el nombre, y le dice:
Tú eres Simón, hijo de
Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).
Pedro, que era impetuoso, impaciente, llevado por sus
emociones y razonamientos, que no se controlaba y estorbaba a los que tenía
alrededor. Era de carácter muy fuerte, era inconsistente.
A Jesús le costó formar a Pedro, porque era demasiado
arrogante, pero aun así él tuvo misericordia y mostró su “bondad” hacia este
personaje que sin duda alguna es la imagen misma de todos los creyentes.
Después que Jesús estuvo tanto tiempo con él, formándolo y
enseñándole, este siempre lo traicionó a tal manera que lo negó tres veces,
Jesús ya sabía que iba a pasar.
Lucas 22:
61. Entonces el Señor se volvió y miró a Pedro. Y recordó Pedro la palabra del
Señor, cómo le había dicho: Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres
veces.
62 Y
saliendo fuera, lloró amargamente.
Pedro lloró
amargamente porque por un momento pensó que Jesús iba a enojarse con él, pero
no, la mirada de Jesús fue una clara imagen de cuanto el Señor puede perdonarnos
en los momentos más difíciles de nuestra vida, aun así, aunque le neguemos tantas
veces como le pasó a Pedro.
La mirada de Jesús nunca fue de odio, ni de rencor,
fue una mirada de bondad y eso fue lo que cambió a Pedro.
A tal grado que Pedro no siguió siendo el mismo, y sus obras resaltaron en el libro de los hechos cuando fue lleno del Espíritu Santo y se levanta de donde estaba a predicarle a la multitud que lo rodeaba, y predicó el sermón más grande de la historia en donde se convirtieron tres mil personas, luego su segundo sermón fue en el Pórtico de Salomón en donde se convirtieron otras cinco mil personas, así como lo leyó. Ocho mil personas siendo salvas en dos predicas.
¿Cuánto Más No Puede Hacer El Señor Por Nosotros?
Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. Gálatas 6:10
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